A menudo las puertas más débiles y menos seguras que llevan un pequeño pestillo se quedan atrancadas con la pertinente molestia que eso supone para el usuario que ve como tiene que estar más tiempo del deseado atrapado en un lugar en el que no debería estar. Para ello hay varios remedios pero si ninguno de ellos os resulta, ya sí tendréis que llamar, por ejemplo, en el caso de que viváis en la Ciudad Condal, a una cerrajeria urgente Barcelona para que os solucionen el problema.
No obstante, lo cierto es que habitualmente cuando os suceden este tipo de problemas menores vosotros mismos podréis abrir la puerta con la ayuda de elementos como puedan ser un gancho o, en su defecto, una horquilla. Para ello, aunque no lo parezca, se requiere cierta técnica que pasa siempre por usar la herramienta con la que vamos a abrir de manera correcta.
Así que aclarado este punto cabe tener en cuenta que en el caso de este tipo de cerraduras lo que se tendrá que hacer es introducir ya sea el gancho o la horquilla por el hueco y presionar fuerte sin mover. Y es que de ese modo, simplemente ejerciendo una ligera presión, lo más normal es que se abra la puerta sin mayor problema.
Eso sí, como ya os avanzábamos, también es posible que por el motivo que sea no se abra finalmente y en esos casos ya sí que tendréis que llamar a un cerrajero para que os ayude con ello. Así que si estáis acompañados solo os quedará que llamen a un cerrajero de urgencia y sino con vuestro móvil si lo tenéis a mano proceder a ello. Es una solución que con un poco de suerte os cubrirá el propio seguro del hogar, por lo que no tenéis que preocuparos demasiado.